martes, 26 de mayo de 2009

Mala vida...


Miro, y sin pensar, me duermo,
porque prefiero mirar a ver un sueño.
Cuando quiero despertar, enciendo
el alma atrapada en un intento,
el de huir por más señas,
o el de quedar despierta, soñando,
confiando en la suerte inerte,
esa que siempre atropella.