Son sonsonetes de lentos compases,
Son sordas notas de amarga nostalgia,
fugaces momentos que se deshacen
y que ora te nutren ora te matan
y nunca se rompen.
Ojalá se rompan.
Son decepciones, pequeñas heridas,
profundos jirones del alma ciega,
locos inventos de mente cautiva
que cuando se calla a llorar se niega.
Y nunca se espantan.
Ojalá se espanten.