jueves, 30 de agosto de 2012

Latidos

Sístole turbada y hambrienta,
reflejo de un músculo loco
que a lo nuevo se enfrenta
con más miedo que vergüenza.
Y a soñar se sienta.

Diástole atada al asiento,
posando a mis pies el lamento
de ver esa puerta abierta.

Ya nada es igual.
La lógica ya no reina.
Es un duelo de palabras,
de sensaciones macabras
que vacían mi presencia.

Sístole que empuja.
Diástole que traga.
El corazón se refugia
por donde la razón no pasa.

sábado, 25 de agosto de 2012

La Canaleta


 
 
 
 
 
 
 
Porque acompañó mi infancia me postro ante esta arena
que se derrama en recuerdos y me evoca emociones infinitas,
tiernas batallas susurradas a esta playa, la más bonita,
y el calor del sol de este rincón me asegura que mereció la pena.

Surgen de la nada olores conocidos que atropellan mi garganta,
miradas conocidas que no logra borrar el tiempo,
caminos conocidos que otra vez oyen mi paso lento,
rincones conocidos que otra vez me amparan.
Me estremezco soñando que acaso me devuelva el cielo,
por un segundo, en este rincón, alguna de aquellas caras.

Qué es, si no, la vida.
Un terco andar y acumular miradas.
Yo no quiero perder ni una.