martes, 14 de abril de 2015

Por ti


Qué sabe nadie cómo te adueñaste de mis días,
arrancando la más honda ternura de los gestos más pequeños.
Qué sabe nadie cómo disfruté al mirarte,
cómo me llenó tu entrega,
tu forma de querer,
tu anularte.
Qué sabe nadie cuántas penas te he contado,
cuántas veces empapaste mis lágrimas,
cuántas sonrisas me has regalado.
Qué sabe nadie la paz que exhalaba tu sueño,
el calor que emanaba tu cuerpo,
la dulzura infinita de tu triste mirada.
Has sido un hada.
Un ángel viviendo en casa.
Una maestra impagable.
Un modelo de humanidad a cuatro patas.
Ejemplo de fortaleza y amor inmenso.
Mucho más que un perro.
Yo sólo puedo darte las gracias,
por querer y enseñar al que miraste en tu último aliento,
por tu paciencia con el que más puso a prueba tus nervios,
por saber alegrar a la que más te mimaba,
y por buscarnos siempre cuando oías un beso.
Qué sabe nadie cómo te quisimos,
qué sabe nadie cómo te echamos de menos.