domingo, 25 de mayo de 2014

Vivir al día


 
 
 
 
 
 
Es un abismo.
Lo sé que así lo vives.
Siento lo mismo.
Y mientras yo me tiro
tú te lo piensas,
formando una muralla
con la inconsciencia
de ignorar las realidades
para evitarlas.
Son casualidades
las que te atrapan.
 
Yo no sé escribir tu nombre
sin arrobarme.
Me cuesta ser realista
y equilibrarme.
Por eso he decidido
arriar las velas,
subir los remos,
soltar amarras,
quedar al pairo
y mirar la orilla.
Vaya ironía.
Yo que nunca supe
vivir al día...

jueves, 22 de mayo de 2014

Para darte suerte


Voy a contar cada noche, de cada día, tres ratitos buenos.
Voy a despertar cada mañana susurrando un te quiero.
Voy a plantar mis pies descalzos en el suelo,
a levantar mi mirada al cielo,
y respirar profundo mi propio aroma.
Será mi particular homenaje a la vida,
mi sortilegio de bruja que espanta sombras.
Voy a despintar de negro tus caídas
y a pintar de verde tus intensas ondas.
Y eso te llenará de suerte. Mientras yo despierte.
 

martes, 20 de mayo de 2014

Disparate

Es un dislate.
Abrir tanto el corazón,
un disparate.
Reservar a la razón
tantos remedios.
Compartir mi sensación
sin intermedios.
 
Es un peligro,
que me afecte la emoción
desdibujada,
de alguna hermosa ilusión
almacenada,
donde no entiendo ni yo
lo que me escuece.
 
Todo florece
después de la lluvia.
Si no lo mata el agua
crece más fuerte.
Y si lo mata,
te desearé suerte.
Que no puedo cerrar los ojos
si tú apareces.

 

martes, 13 de mayo de 2014

Contradicciones


Querer huir y desear a la vez una presencia,
sumergirse en la inconsciencia de lo sentido,
ignorar lo corporal por innecesario
y dormir temiendo soñar lo prohibido.
Ese sinsentido me arropa cada noche
en que me asomo al infinito y toco un beso.
Yo me confieso.
Invento sus manos,
invento su aroma,
invento sus huesos.
Anoche le vi desenredar mi pelo,
le oí susurrar mi nombre,
noté que abrazaba mi cuerpo.
Y yo no estaba en el sueño.

domingo, 4 de mayo de 2014

Yo quiero un alma que me quiera

Yo quiero un alma que me quiera.
Un alma que acompañe mis latidos,
que despeje mis lluvias
y amaine mis tempestades,
que me vista de ilusión cada mañana,
que me robe el corazón y se lo trague.
Que no me devuelva nada,
que me lo entregue todo,
que se invente mi futuro con canciones,
que borre los malos recuerdos con suspiros,
que me ame sin consuelo,
que le duela no mirarme,
que me cure con sus besos.
Un alma pura en la que apoyarme.
Un alma blanca en la que mirarme.
Que ría sin freno,
y disfrute conmigo,
y llore conmigo,
y comparta mi sangre.
Y dicen que eso no existe...
 
¡Pues así me quiere mi madre!