Quieres saber de mí más que yo,
y eso… eso no puede ser.
No puede ser que hayas sido
el hilo con que yo he tejido
lo que tú no puedes ver.
Quieres cantar por mí mi canción,
y esa… esa ni la vas a oler.
No vas a oler el aroma
de la magia que se asoma
a lo que tú no sabes, y fue.
Ya puedes inventar tu cuento,
hacer creer a la gente
que fuiste testigo indecente
de lo que quieras vender.
Yo no te compro un Perú.
Por muy grande que tú seas,
un detalle, en mí, una odisea,
mucho más grande que tú.
Te vas a quedar con las ganas.
Así que inventa, inventa…
…y tapa tu alma vana.