sábado, 25 de agosto de 2012

La Canaleta


 
 
 
 
 
 
 
Porque acompañó mi infancia me postro ante esta arena
que se derrama en recuerdos y me evoca emociones infinitas,
tiernas batallas susurradas a esta playa, la más bonita,
y el calor del sol de este rincón me asegura que mereció la pena.

Surgen de la nada olores conocidos que atropellan mi garganta,
miradas conocidas que no logra borrar el tiempo,
caminos conocidos que otra vez oyen mi paso lento,
rincones conocidos que otra vez me amparan.
Me estremezco soñando que acaso me devuelva el cielo,
por un segundo, en este rincón, alguna de aquellas caras.

Qué es, si no, la vida.
Un terco andar y acumular miradas.
Yo no quiero perder ni una.

No hay comentarios: