viernes, 4 de abril de 2014

Lunes eterno

Frío y demente.
Lunes eterno.
He sido sujeto activo del dolor ajeno.

Vacié de esperanza sus ojos
y me quedé inerte.

Dejé de sentir para no ahogarme,
dejé de pensar para no asfixiarme,
me dejé llevar para no salir corriendo.
Mudo lamento.
Sorda locura.
Se paró el reloj de la cordura
y avanzaron las horas en silencio.
Cerré las puertas de mi memoria
para no recordar su postura.

Hace algún tiempo,
y aún a ratos me vuelve a encontrar
aquel lunes eterno.

 

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