domingo, 1 de junio de 2014

Yo soy lo que soy sin freno

Ahora que cada poro de mí respira,
y no necesito aire que no me toca.
Ahora que me atreví a mirarme,
a escogerme y a cuidarme.
Te lo quiero contar ahora.

Soy una rama enredada
en las ramas que me anidan.
Soy el eco de algún sueño,
pared para algunos lamentos,
y pilar de los malos días.

Soy un cuento, soy un barrio,
soy la mar inalcanzable,
soy la orilla acogedora
y la traicionera ola.

Porque soy lo que soy
sin freno.
Soy confidente de besos
entregados a las brujas.
Una pequeña granuja,
a ratos la mejor persona.

Ingenua y divertida
me entrego de frente a la vida
y caigo en hoyos que no me tocan.
Y en los que me tocan.
No quiero cambiar tal condena
porque aunque caer me genera pena
de lo hondo resurjo llena
con una sonrisa en mi boca.

Me río con quien me provoca,
con quien me acompaña
y me vuelve loca.
Y también lloro.
Y al llorar es cuando reboso,
pues no hay nada más hermoso
que llorar con quien te quiere.
Son las lágrimas que hieren
las que yo evito.
Te lo repito.
Yo soy lo que soy, sin freno.
Yo soy por ti, y tú por mi.
Ahí está el enredo.





1 comentario:

Rocío Macías dijo...

Escribes muy bonito y llega al rincón de las emociones y los sentimientos. Traes aires frescos, caricias antes guardadas en forma de lamentos. No cierres la pluma de tu vida, abre la jaula y que vuelen tus pensamientos.