lunes, 18 de abril de 2011

¿Por qué puedes?





En mis sueños,
al sabor de mis besos puedo transformarte
y al ritmo de un largo abrazo, apasionarte.
¿Y al compás de mi voz?
¿Puedes escuchar mis versos
sin rendirte a su calor?
Puedes escuchar mis versos,
sin rendirte a su calor.
¡Puedes!

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